Después de una década de silencio pictórico, la artista presenta en la Galería Indigo una serie de obras que revelan la belleza de los ríos, montañas y andenes peruanos vistos desde la altura.
Tras diez años de pausa en su trayectoria artística, Teresa Grau vuelve a la pintura con la exposición 'Desde arriba', que inaugura el 30 de octubre en la Galería Indigo. En esta nueva serie, la artista explora los paisajes del Perú desde una perspectiva aérea, inspirada en imágenes captadas por drones o vistas desde el avión, donde la naturaleza se transforma en abstracción, textura y movimiento.
“Por años mi pintura fue abstracta, pero al retomar el trabajo después de tanto tiempo no quería repetirme”, explica Grau. “Empecé a quedarme embelesada con las vistas de la naturaleza: los ríos sinuosos, los andenes, las montañas, las aguas que se juntan. Todo visto desde arriba.”
Esta búsqueda visual marca una transformación en su lenguaje plástico: su acostumbrada paleta y sus formas abstractas se funden ahora con referencias concretas al territorio. Lo que en principio parecen composiciones puramente formales revelan, al observarlas detenidamente, valles, terrazas agrícolas, cauces fluviales y huellas humanas. Grau captura el instante en que la tierra se vuelve dibujo, y el paisaje se convierte en mapa emocional.
La artista — quien es bisnieta del almirante Miguel Grau y nieta del arquitecto Ricardo Malachowski— obtuvo el título de licenciada en pintura en la Pontificia Universidad Católica del Perú en 1991 y ha desarrollado una trayectoria sostenida desde los años ochenta, con exposiciones en Lima, Nueva York, Toronto, Santiago y Quito. Tras una intensa dedicación a la arquitectura y el diseño de espacios, retomó la pintura en el silencio de su taller en Urubamba, Cusco, donde la naturaleza la envolvió con una nueva mirada. “Me lancé a este vuelo del cóndor desde arriba cambiando así mi acostumbrada paleta de colores y mi temática anterior”, comenta.
En 'Desde arriba', Grau convierte la contemplación en un acto de vuelo. Cada lienzo traza un recorrido suspendido sobre ríos y montañas que, desde la altura, parecen gestos o cuerpos en reposo. Sus obras proponen al espectador un desplazamiento visual: mirar el mundo desde otra escala, desde esa distancia donde la geografía se convierte en arte.
En tiempos de vértigo y ruido, el trabajo de Teresa Grau invita a elevar la mirada y redescubrir la armonía secreta del paisaje.
Galería Índigo. Av. El Bosque 260, San Isidro
Del 30 de octubre al 19 de noviembre, de lunes a sábado de 10:30 a. m. a 8:30 p. m. / Domingos y feriados de 11:00 a. m. a 7:00 p. m.
Ingreso libre
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